OBRAS, DE GARCILASO DE LA VEGA: ¡QUÉ BELLEZA EL MUNDO A TRAVÉS DE LA POESÍA!




"La vida es corta, viviendo todo falta, muriendo todo sobra". Gran frase célebre de uno de los mejores poetas del Siglo de Oro, Garcilaso de la Vega. Comenzaremos este blog queridos lectores, con ni más ni menos que algunas obras de este gran poeta, que con tan solo el lenguaje es capaz de traspasar el papel y llegar al corazón y los sentimientos del lector. Parece algo impensable que una persona pueda conseguir eso con solo palabras, hasta que llega Garcilaso, con sus rimas, su métrica, ese significado tan profundo que hace que se te erice la piel al comenzar a leer. A lo largo de esta entrada analizaremos algunas de las obras de arte más famosas de este poeta, así como también algunas de mis favoritas (a ver si así consigo que sean también las vuestras). 

También debo decir que en cada entrada, intentaré que me conozcáis un poco más, mis orígenes, de donde vengo, etc. Por esta razón, os contaré que desde pequeña me ha encantado la fotografía al igual que a mi padre. Siempre vamos a hacer fotos a los atardeceres y amaneceres en la playa de mi pueblo, al monte; y la verdad, debo decir, que nunca las he compartido con nadie. Por ello, aprovechando que vamos a empezar con Garcilaso, creo que es el momento idóneo para comenzar a mostrar mis fotografías, que tanto tiempo llevan escondidas (estoy segura de que a mi padre también le gustaría que las mostrara). En cada obra que comente, añadiré algunas fotos seleccionadas cuidadosamente, para intentar ilustrar aquello que intenta transmitir el poeta con sus obras. Ahora sí que sí, comencemos pues y espero que os guste esta idea para que tengáis un pedacito de mi en cada entrada...

Septiembre 09, 2021

Hoy a día 9 de septiembre, vamos a empezar por una de las mejores obras de arte de Garcilaso, la plenamente renacentista "Égloga I". En esta égloga todo gira en torno a los sentimientos de desolación amorosa de dos pastores, Salicio y Nemoroso (que son en realidad una proyección del propio poeta), ante la pérdida de sus amadas. Sin embargo, hay una clara diferencia: Salicio lamenta la ruptura con Galatea, mientras que Nemoroso llora la muerte de Elisa. Ambos se refugian en esa naturaleza tan compasiva y delicada, tratándose de ese tópico tan característico en la poesía de Garcilaso y en este siglo, el "locus amoenus", lugar ameno. Es decir, el tema principal sería esa pérdida amorosa, vista desde esos dos puntos de vista diferentes, en los que en ambos la naturaleza jugará un importante papel. Teniendo en cuenta sin olvidar esa cronología que está muy presente, la obra comenzará con esa salida del sol y finalizará con esa puesta de sol. 

Si nos adentramos aún más en la obra, podríamos distinguir claramente dos partes: por un lado, el lamento de Salicio y en segundo lugar, la parte de Nemoroso. Iremos por partes para no perdernos ni un solo detalle de esta égloga. 

Solo con el primer verso de Salicio, ya podemos intuir que nos encontramos ante una obra verdaderamente apasionada, poesía pura. Salicio comienza con esa antítesis de fuego (sería la pasión) con ese hielo (frialdad), refiriéndose a Galatea. Si continuamos, llegaríamos a esos versos que hacen que la piel se te erice, esa sensación que quizás algunos hayamos experimentado cuando se produce la ruptura con alguien, cuando pensamos que sin esa persona nuestra vida no tiene el más mínimo sentido y sentimos que poco a poco algo se va apagando en nuestro interior: "...que no hay sin ti el vivir...", "...si en pago del amor yo estoy muriendo...". 

Conforme avanzamos observamos esas interrogaciones que el propio Salicio le hace a Galatea y en las que destaca también ese cierto carácter inesperado de su ruptura: "...¿Qué no se esperará de aquí en adelante?...". Queridos lectores, no podemos negar (e incluso yo misma), que nos hemos visto reflejados en estos versos alguna vez en nuestra vida (espero que hayan sido pocas). Cuando leo estos versos siento que soy yo la que está narrando la historia, es algo tan mágico. El verso principal a destacar de las distintas estancias que conforman la parte de Salicio sería: "Salid sin duelo, lágrimas, corriendo". Se trata de una especie de estribillo que se va repitiendo a lo largo de la obra y ha tenido distintas interpretaciones, entre ellas: podría hacer referencia a ese llorar sin medida, sin parar; también podría reproducir esa sensación que padece una persona cuando llora desconsoladamente (gracias al sonido de la letra "s"); o finalmente Salicio podría referirse a que no se avergüenza de llorar. 

Si llegamos ya a los últimos versos del lamento de Salicio, podemos observar como su historia da un giro: el corazón de su querida amada le pertenece a otra persona, ella se ha ido con otro, y aquí es donde interviene ese tópico de "ubi sunt" (donde está), él mismo se hace esas preguntas. El dolor tan fuerte que siente el pastor, esa desolación, hace que interactúe ahora con la naturaleza.  Es decir, es tan grande su pena que incluso las piedras más duras se enternecen, los animales se apiadan de él, las fieras se inclinan: "...con mi llorar las piedras se enternecen...". Como sabemos nos encontramos ante una clara hipérbole, una gran exageración. Fijaos lo que puede llegar a hacer el lenguaje, expresar un sentimiento tan profundo y puro, que te toque el corazón, lo que veníamos diciendo, pura magia lo que hace Garcilaso, con tan solo pluma y pergamino. 

Llegando ya a la parte de Nemoroso, el cual lamenta la muerte de su amada Elisa, y como cualquier persona que ha perdido un ser querido, este comienza a recordar los momentos felices que ha pasado con ella. Antes de continuar me gustaría hacer un inciso y destacar ese hipérbaton , justo al comenzar su lamento: "verde prado de fresca sombra lleno", brilla con luz propia este verso. Seguidamente encontramos esas preguntas (en las cuales el tópico del "ubi sunt" vuelve a estar presente), que conforme las vas leyendo, te producen una sensación un tanto especial al sentir el dolor de la otra persona que ha perdido a alguien: "¿Do están ahora aquellos claros ojos que llevaban tras sí, como colgada, mi alma, doquier que ellos se volvían?". También cabría añadir que Garcilaso conecta sus obras, esta pregunta que hemos destacado y también los versos que le siguen, nos recuerdan en cierto modo a esa descripción idealizada de la dama en el Soneto XXIII. A continuación llegamos a esa parte en la que interviene de nuevo esa naturaleza tan idealizada, que incluso percibe también la ausencia de Elisa: "...cual suele el ruiseñor con triste canto..."; al igual que si continuamos leyendo observamos una clara referencia a la mitología de Apolo y Dafne ("yo hago con mis ojos, crecer lloviendo, el fruto miserable"). Es increíble como puedes llegar a sentir aquello que describe el poema, el dolor por la pérdida de alguien, cuando se produce de manera inesperada y como deseas reunirte con esa persona cuando tus sentimientos por ella, traspasan la propia vida. Lo vemos reflejado en esos últimos versos en los que Nemoroso expresa: "...y en la tercera rueda, contigo mano a mano, busquemos otro llano...". La dulzura que transmite Nemoroso es algo realmente sublime, natural, sus sentimientos, ese afecto que él siente y que Garcilaso los convierte en versos, deleitándonos con ellos. 

Finalmente, el poeta ya pone fin a la Égloga I, con esa puesta de sol (la cronología de la que hablábamos antes) y la recogida de los pastores con el ganado. Como hemos podido observar a lo largo del análisis, esta obra está repleta de pasión y sentimientos, que Garcilaso es capaz de reflejar con solo las palabras. Es verdaderamente indescriptible que el lector sea capaz de sentir y verse reflejado a la misma vez que lee. En una sola palabra magia

P.D: he decidido poner esta foto de una de las playas de mi pueblo al amanecer, ya que para mí ha sido la idónea para esta égloga. En ella, se puede observar claramente el cielo dividido en dos partes, por una el amanecer y por otra ese cielo oscuro, que representa esa oscuridad de la noche, al igual que esa salida y puesta de sol en la obra de Garcilaso. He de añadir, que extraño mucho esta playa y este lugar, por lo que me identifico en este caso con ambos pastores que echan de menos a sus amadas. Todo ello junto a esa amalgama de colores, es la foto perfecta para representar lo que pretende transmitir Garcilaso con esta "Égloga I". 


Septiembre 11, 2021

Buenas de nuevo queridos lectores, a día 11 de septiembre de 2021, ¿estamos preparados para comentar otra de las grandes obras de Garcilaso, su Égloga III? Por supuesto que sí, así que, ¡allá vamos!

La "Égloga III" de Garcilaso es mi favorita, ya que en ella el autor demuestra como la poesía no es solo palabras, sino que también es matemática, ritmo, rimas, conexión entre sus distintas obras, etc. Se encuentra formada por 47 octavas reales (son estrofas de ocho versos con rima ABABABACC). Si tuviéramos que hablar acerca del tema principal podríamos destacar el ya muy conocido: "locus amoenus" (lo observaremos desde el principio); el tema amoroso (ya analizaremos esa conexión con otra de sus obras y como influye en esta); y por último pero no menos importante ese tema mitológico, por el que Garcilaso siente tanta admiración. Al igual que hicimos con la primera, esta égloga puede quedar dividida en tres partes: las trece primeras octavas reales; de la trece hasta la octava real número 33 y finalmente de la número 33 hasta el final. Ahora que ya hemos entrado un poco en contacto, comenzaremos a analizar cada una de las partes que hemos destacado. 

En primer lugar, justo al comienzo de esa primera parte ya observamos esa clara referencia a la mitología en este caso refiriéndose nuevo a Orfeo (creo que se reafirma el gusto que ya hemos dicho que siente Garcilaso por la mitología griega, ya que en casi todos sus poemas encontraremos alguna referencia por más mínima que sea): "...más con la lengua muerta y fría en la boca...". Si continuamos ya podemos empezar a situarnos geográficamente, nos encontramos a las orillas del Tajo, adentrados en una naturaleza totalmente idílica y en la que comienza a aparecer quizás el primer personaje clave, la ninfa Nise ("...peinando sus cabellos de oro..."). Es realmente increíble como Garcilaso consigue captar nuestra atención y hacernos sentir que estamos en el lugar que él mismo describe, en este caso un paisaje idealizado cercano al río Tajo. 

Si pasamos ya a la segunda parte (para mí la piedra angular de esta obra), observamos como la historia va girando en torno a cuatro hermanas ninfas, llamadas: Filódoce, Dinámene, Climene y Nise. Estas se encargan de tejer una serie de historias (generalmente mitológicas, como era de intuir, salvo una de las hermanas que tejerá una historia real, ¿cuál será?). Filódoce (la mayor) tejerá la historia de Orfeo y Eurídice (por si alguien no la conoce, Orfeo y Eurídice acaban casándose, aunque sin embargo, esta morirá debido a la picadura de una serpiente. Orfeo desconsolado, bajará al inframundo para llevarse a Eurídice, sin embargo, Hades le pondrá la condición de no mirarla hasta que salieran definitivamente del inframundo y ella estuviera cubierta por la luz del sol. Desgraciadamente, Orfeo se  giró antes de tiempo y perdió a Eurídice entre la oscuridad y las sombras para siempre). Como observamos, es una historia por la que Garcilaso siente especial aprecio. Dinámene, a través de sus hilos narra la historia de Apolo y Dafne, siendo esa metamorfosis final de Dafne en laurel, la parte más bonita y más aún si Garcilaso la plasma de esta manera: "...los brazos le crecían y en sendos ramos vueltos se mostraban...". Climene narrará la historia de Venus y Adonis; en la que Adonis fruto del incesto, será cuidado por Venus (un tercio del año) y por Perséfone (otro tercio), eligiendo él con quién viviría el resto del año. Adonis elegirá a Afrodita para pasar dos tercios del año con ella y como fruto del amor entre ambos nacerán dos hijos. Sin embargo, en un día de cacería Adonis morirá atacado por un jabalí (sospechando que el ataque había sido preparado por Ares, el amante de Venus). Finalmente, llegamos al personaje clave, la pequeña ninfa Nise, que será la única que narre una historia real, cuya protagonista será la ninfa ya fallecida Elisa. ¿Estáis pensando lo que estáis pensando? En efecto, la historia que narrará está totalmente conectada con la Égloga I, sus protagonistas serán la ninfa Elisa y el pastor Nemoroso. Reflejará perfectamente el entierro de Elisa, y el momento en el que Nemoroso lamenta su pérdida (esas palabras tan delicadas y dulces que leímos en la Égloga I). Como podemos observar Garcilaso tiene una grandeza incomparable, cada vez me sorprende más, creo que es un autor que nunca dejaremos de descubrir. Es increíble como es capaz de conectar todas sus obras, los ritmos, las rimas, las figuras literarias y aún así hacer que parezca algo sencillo. 

Finalmente, en la tercera parte, aparecen dos nuevos personajes Tirreno y Alcino, ambos pastores. Estos pastorcillos cantaban a sus amadas mientras las ninfas los escuchan: Tirreno a Flérida y Alcino a Filis. Ambos pastores disfrutan del momento presente, sin tener en cuenta el tiempo, a diferencia de los pastores de la "Égloga I". Estos desean reunirse con sus amadas, están felices a diferencia de Nemoroso, como hemos observado. Quizás estos pastores sean también una proyección del propio autor, para reflejar ese deseo de reunirse con su amada, al igual que Tirreno y Alcino. 

Como podemos observar, la poesía de Garcilaso va mucho más allá de lo que plasma en los versos, sino que hay que encontrar su propio significado y adecuarlo a cada uno; eso es lo que hace realmente especial su poesía. Cuando leo sus obras y hablo por mí, todos los versos me trasladan a una realidad distinta y me transmiten miles de emociones inexplicables. 

P.D: a raíz de todas las emociones que me transmite el poema, el paisaje idealizado con las ninfas a las orillas del Tajo, he querido seleccionar esta foto, que hice en Portugal, en un viaje muy importante para mi familia. A través de ella, puedo imaginar todo aquello que pretende transmitir Garcilaso, por decirlo con una palabra, esta imagen para mí es MAGIA. Como observamos, representa ese paisaje idealizado, aunque en mi caso se trata de un lago, me recuerda mucho a esos lugares mágicos en los que viven las ninfas, llenos de vegetación, agua, etc. Espero que con esta imagen os haya podido ayudar a ilustrar un poco más esta gran "Égloga III" de Garcilaso. 





Septiembre 13, 2021

Queridos lectores, hoy a día 13 de septiembre, nos centraremos en uno de mis sonetos favoritos de Garcilaso, "Soneto XXIII". Espero y deseo que cuando terminéis de leer esta entrada, hayáis descubierto algo más y quizás se convierta en vuestro soneto preferido. 

He seleccionado esta obra de Garcilaso porque me parece tan impresionante la forma en la que el autor es capaz de aunar con tanta sencillez y delicadeza, tantos sentimientos y emociones en tan solo 14 versos. 

"SONETO XXIII"

En tanto que de rosa y de azucena
se muestra la color en vuestro gesto, 
y que vuestro mirar ardiente, honesto, 
enciende el corazón y lo refrena; 
y en tanto que el cabello, que en la vena 
del oro se escogió, con vuelo presto
por el hermoso cuello blanco, enhiesto, 
el viento mueve, esparce y desordena: 
coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto, antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre.
Marchitará la rosa el viento helado, 
todo lo mudará la edad ligera
por no hacer mudanza en su costumbre. 

El tema principal de este soneto gira en torno a la descripción idealizada de una amada ("la donna angelicata"), el "carpe diem" que referido a la figura femenina pasaría a denominarse "collige virgo rosas" (muchacha coge las flores) y por último, el "tempus fugit". 
 
Si comenzamos a leer el poema, Garcilaso describirá a una amada totalmente idealizada que personifica la belleza y la perfección y da esa extraña sensación de que no pertenece al plano mundano. Para describirla físicamente, son claves localizar dos símbolos: la rosa roja (que hace referencia a esa pasión, lo ardiente, el movimiento del viento) y la blanca azucena (representando la pureza, dulzura, delicadeza y frialdad). Esta paleta bicolor, es la piedra angular del poema que lo unirá todo. 
La amada de Garcilaso, es una mezcla de todas esas características. Como podemos observar, la manera en la que se produce la descripción es tan mágica, que origina en la persona que lo lee una mezcla de sensaciones indescriptibles. 

Si continuamos leyendo, irrumpirá en el poema el tópico del "carpe diem" y el "tempus fugit". Como vemos, el autor incita a su amada a "coger el dulce fruto", es decir, a aprovechar la vida (quizás también podríamos interpretar un doble sentido sexual), cada momento y sobre todo su juventud; antes de que el tiempo irrumpa en su vida (aparezcan las canas, se marchite la pasión, etc) y sea demasiado tarde para aprovechar la vida. 

En definitiva, este soneto de Garcilaso es uno de mis favoritos, debido a esa manera en la que el poeta consigue describir a esa dama de tal manera que parezca que estamos ante un auténtico ángel. Para terminar, me gustaría destacar la grandeza de Garcilaso a la hora de construir esos últimos versos, ya que conforme los leemos el tiempo se ralentiza, de lo que interpreto que el autor pretende recalcar que el tiempo está presente y la muerte llegará a la vida, aunque sin embargo, tardará (lo deduzco por el ritmo del poema) y por ello, hay que aprovechar el momento. Como llevo diciendo a lo largo de la entrada, esta obra tan sublime y con tanto significado entre verso y verso, hace que se me erice la piel. Algo mágico lo que consigue Garcilaso.

P.D: en este caso he querido seleccionar una imagen realizada también al amanecer en una de mis playas preferidas a la que he ido desde que era un bebé. Esta imagen refleja una ola rompiendo en la orilla, relacionándolo con el soneto que acabamos de leer, en mi caso el tiempo es como una ola. Hay veces que estás bañándote y ni si quiera te das cuenta de que a lo lejos se ve una gran ola hasta que llega de lleno al lugar en el que estás. Lo mismo ocurre con el tiempo, vivimos la vida sin más, sin pensar en él, hasta que llega el día en el que irrumpe en nuestra vida sin darnos cuenta, y ahí es cuando reaccionamos y nos percatamos de que quizás en ciertos casos hayamos desperdiciado parte de nuestro tiempo y de nuestra vida. 



Septiembre 15, 2021

Queridos lectores, hoy, 15 de septiembre, nos centraremos en algún que otro soneto más de nuestro querido Garcilaso. Hoy toca el "Soneto III", que espero que os guste tanto como a mí cuando lo descubrí: 
"SONETO III"
La mar en medio y tierras he dejado
de cuanto bien, cuitado, yo tenía; 
y yéndome alejando cada día, 
gentes, costumbres, lenguas he pasado.
Ya de volver estoy desconfiado; 
pienso remedios en mi fantasía,
y el que más cierto espero es aquel día 
que acabará la vida y el cuidado. 
De cualquier mal pudiera socorrerme 
con veros yo, señora, o esperallo; 
si esperallo pudiera sin perdello; 
más de no veros ya para valerme, 
si no es morir, ningún remedio hallo, 
y si éste lo es, tampoco podré habello. 

El tema principal de este soneto interpreto que sería de nuevo ese tema amoroso, en este caso una versión del amor triste. A continuación analizaremos las ideas claves para logar entender el poema: dentro del primer cuarteto el poeta hace referencia a todo aquello que deja por su amada, es decir, su tierra, la gente, etc. Si continuamos leyendo, interpreto que el autor piensa en los remedios para poner fin a ese sufrimiento amoroso que él siente, y en este caso, la única solución que encuentra es la muerte. Finalmente, en los últimos dos tercetos se plantea como la llegada de la amada podría solucionar todos aquellos problemas que atormentan al autor, pero sin verla su vida sería un sin sentido y la muerte vuelve a ser la opción que considera idónea. 

Una vez que hemos analizado las ideas principales, si nos centramos más detalladamente en el mensaje que intenta transmitir el poeta, diré que es verdaderamente romántico. Con esta obra el autor pretende mostrar, lo que el ser humano es capaz de hacer por amor: es capaz de dejar atrás todo lo que posee. E incluso, se conciencia de que la vida sin su amada no tiene sentido ninguno y por esa razón, seguir viviendo tampoco lo tiene. Por tanto, la muerte sería su salvación. 
Creo que cualquier persona que lea estos versos siente alguna emoción. En mi caso, el corazón se encoge y los ojos se aguan, al pensar en ese sentimiento de amor tan fuerte que proyecta el poeta en esta obra a través de algo tan simple como las palabras. Es verdaderamente increíble, como Garcilaso puede llegar a representar también ese sentimiento que quizás todos hayamos sentido o vayamos a sentir alguna vez en la vida. Como decíamos al comentar la Égloga I, el amor es un sentimiento tan fuerte (y más cuando es verdadero), que uno no sabe lo que estaría dispuesto a hacer por amor hasta que no lo siente en sus propias carnes. 

P.D: para este soneto he querido seleccionar esta imagen también de la playa, en la que se ve "La isla de San Andrés" (muy famosa en mi pueblo) y entre las nubes el sol saliendo como una especie de rayo esperanzador. Esta imagen representa en cierto modo la vida. Hay veces en las que estamos tan hundidos y desolados (sea por el motivo que sea) y sentimos que no hay solución para nosotros, en este caso el poeta se encuentra así a causa del desamor. Sin embargo, siempre va a haber un pequeño rayo de luz, de esperanza que nos va a dar fuerzas para continuar hacia delante, que por muy pequeño sea, hará que nos sintamos mejor. Esto simboliza esta foto. 



Septiembre 18, 2021

Queridos lectores, hoy he optado por comentar un soneto de Garcilaso por el que siento una debilidad especial, el "Soneto XIII":
"SONETO XIII"
A Dafne ya los brazos le crecían
y en luengos ramos vueltos se mostraban; 
en verdes hojas vi que se tornaban
los cabellos qu'el oro escurecían:
de áspera corteza se cubrían
los tiernos miembros que aun bullendo 'staban;
los blancos pies en tierra se hincaban
y en torcidas raíces se volvían. 
Aquel que fue la causa de tal daño, 
a fuerza de llorar, crecer hacía
este árbol, que con lágrimas regaba. 
¡Oh miserable estado, oh mal tamaño, 
que con llorarla crezca cada día 
la causa y la razón por que lloraba!

Como podemos observar, este soneto de Garcilaso describe el episodio de una de las metamorfosis de Ovidio: la de la ninfa Dafne que se convertirá en laurel, tras ser perseguida por Apolo. Garcilaso siente un gran gusto por la mitología, y como en otros casos hemos hecho, podríamos relacionar este soneto con la "Égloga I" en la que también se hacía una breve referencia a Apolo. Al leer el poema, se deduce de manera muy clara que su tema principal sería ese amor imposible, ese que no puede llegar a alcanzarse; e incluso, me atrevería a decir que como en otros tantos poemas, Apolo sería una proyección personal de Garcilaso. 

Como hemos hecho otras veces, dividiremos el poema en dos partes para poder llegar a cada detalle. 
En primer lugar, distinguimos los dos primeros cuartetos que hacen referencia a la metamorfosis de Dafne; y el resto del poema hasta el final, que hace referencia a esos sentimientos de desconsuelo, tristeza y dolor irreparable que siente Apolo y el propio Garcilaso, ante ese amor imposible. 

Si nos centramos en los dos primeros cuartetos, debo decir que me parece increíble la manera en la que Garcilaso nos describe la metamorfosis de Dafne, en la que intervienen tanto los elementos humanos de la ninfa, como los elementos vegetales propios de la transformación en laurel. Veámoslo mejor: los brazos de Dafne se van tornando en "luengos ramos vueltos"; al igual que su cabello en verdes hojas; todos sus miembros se cubrían de corteza y finalmente, sus pies se clavaban en el suelo convirtiéndose en las raíces del laurel. Esta transformación me parece tan bonita, que al leerlo todo en el conjunto del soneto, el autor logra que el lector cree esa imagen mental tan explícita de Dafne transformándose en laurel. 

Ya en la segunda parte que hemos delimitado anteriormente, llegamos al momento de Apolo, en el que se reflejan todos los sentimientos que éste siente al ver definitivamente como su amor se convierte en algo totalmente imposible, ha perdido a Dafne para siempre y no la volverá a ver más. Quizás Garcilaso selecciona este mito, para representar de una manera peculiar su experiencia personal. Apolo es el propio Garcilaso, ambos han tenido ese amor imposible, que han perdido para siempre.

Como tantas veces he dicho ya a lo largo de la entrada, Garcilaso siempre me sorprende. Su composición, la técnica y la elaboración, son brillantes.  Hace que la persona que lea el soneto, en este caso me pongo a mí misma como ejemplo, pueda llegar a sentir el dolor de Apolo. Es algo tan difícil de explicar, e incluso algunos no lo creen; pero cuando leo Garcilaso es como si me viera reflejada en ciertos poemas. Con esto y ya termino por hoy, me gustaría decir que a pesar de la evolución a lo largo del tiempo, el ser humano sigue teniendo esos problemas e inquietudes que atormentaban a los autores de siglos atrás y que de una manera u otra alguna vez viviremos. 

P.D: para esta gran obra de Garcilaso no usaré ninguna imagen que haya realizado yo. En este caso, es necesario que ilustremos este soneto a través de la escultura de "Apolo y Dafne" del italiano Gian Lorenzo Bernini. Es realmente especial, la belleza de esta obra y la delicadeza con la que se representa la metamorfosis de Dafne. ES IMPRESIONANTE. 


Septiembre 21, 2021

A día 21 de septiembre, queridos lectores, analizaremos un soneto de Garcilaso, que personalmente no conocía pero me ha sorprendido mucho, el "Soneto XXXVII": 

"SONETO XXXVII"
A la entrada de un valle, en un desierto
do nadie atravesaba ni se vía, 
vi que con estrañeza un hacía
estremos de dolor con desconcierto: 
ahora suelta el llanto al cielo abierto, 
ora va rastreando por la vía; 
camina, vuelve, para, y todavía
quedaba desmayado como muerto. 
Y fue que se apartó de su presencia
su amo, y no le hallaba, y esto siente: 
mirad hasta dó llega el mal de la ausencia. 
Movióme a compasión ver su accidente; 
díjele, lastimado: "Ten paciencia, 
que yo alcanzo razón, y yo estoy ausente". 

Al leer este soneto una sola vez, parece una simple historia de un perro que ha perdido a su amo y se encuentra desolado. Sin embargo, la trama va mucho más allá, todo el soneto es una metáfora, ya que la fidelidad del perro hacia su amo y sus sentimientos de tristeza, los cuales vemos reflejados en ese "llanto al cielo abierto", son un reflejo de la realidad del propio Garcilaso. El tema central se basa en aquello que produce la ausencia de una persona, como dice el autor: "mirad hasta dó llega el mal de la ausencia". 

Es decir, Garcilaso siente la ausencia de su amada, igual que el perro la de su amo. Ambos sentimientos son comparables para el poeta, aunque expresa una clara diferencia con ese verso final, en el cual: se distingue que el ser humano a pesar de poseer la facultad de la razón, también siente la ausencia, al igual que el perro, y por eso le dice que tenga paciencia. 

P.D: Como podemos observar, en cada poema de Garcilaso se descubre algo nuevo, se trata de descifrar su significado escondido entre los versos. Esta vez, he seleccionado esta imagen que muestra mi lugar favorito en mi pueblo, es el Faro de Mesa Roldán, una especie de mirador desde el que se divisa todo el mar y en el que los atardeceres son espectaculares. He querido poner esta foto, ya que añoro mucho ese lugar y a mi familia, ese sentimiento de ausencia está presente en mí al igual que en Garcilaso. 




Septiembre 23, 2021

Queridos lectores, hoy os descubriré un nuevo soneto de nuestro gran Garcilaso, el "Soneto XXXVIII"
"SONETO XXXVIII"
Estoy contino en lágrimas bañado,
rompiendo siempre el aire con los sospiros, 
y más me duele el no osar deciros
que he llegado por vos a tal estado;
que viéndome do estoy y en lo que he andado
por el camino estrecho de seguiros, 
si me quiero tornar para hüiros, 
desmayo, viendo atrás lo que he dejado; 
y si quiero subir a la alta cumbre, 
a cada paso espántame en la vía
ejemplos tristes de los que han caído; 
sobre todo, me falta ya la lumbre
de la esperanza, con que andar solía
por la oscura región de vuestro olvido. 

Como podemos observar, este soneto es otra obra, como muchas otras de Garcilaso, que trata sobre el desamor. En este poema, el poeta expresa ese sufrimiento debido a todo aquello que ha dejado atrás, lo que ha hecho y el estado en el que se encuentra por su amada, la cual no le corresponde. 

Al igual que hemos hecho en otros poemas, esta vez, podríamos dividir el soneto en dos partes. Una primera,  que ocuparía los dos primeros cuartetos, en los que el autor se centra en sí mismo, en ese sentimiento de frustración y decepción, debido a ese impedimento de poder decirle a su amada aquello que siente verdaderamente. 
Respecto a la segunda parte, formada por los dos últimos tercetos, el poeta se centra en ese rechazo: "y si quiero subir a la alta cumbre, a cada paso espántame en la vía". Es decir, cada vez que intenta acercarse a ella, su amada se niega. Finalmente, Garcilaso terminará con esa pérdida de la esperanza, de luchar por su amada, se resigna a quedar en el olvido, en esa "oscura región"

P.D: Estos versos de Garcilaso representan la belleza con la que es capaz de transmitir cualquier sentimiento, de tal manera que el lector lo sienta en su propia piel. Por todo ello, he querido seleccionar esta imagen de los gaviotas en la orilla de la playa. Para mí, representa en su totalidad el poema. Una de las gaviotas echa a volar de manera que la otra la ve, como si la hubiera perdido para siempre. Lo mismo ocurre con Garcilaso en este soneto, este ya se da por vencido, y pierde la total esperanza de alcanzarla. 




P.D: Antes de continuar, aquí os dejo un vídeo realizado por mí, en el que he seleccionado algunos de los versos de Garcilaso que más me han llegado al corazón. Los he representado por medio de fotografías que representan mis orígenes, mi pueblo y principalmente, las emociones que he sentido al leer la obra de Garcilaso. Muchas gracias.



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